GRAND PRIX DE DUNKERQUE

GRAND PRIX DE DUNKERQUE

GRAND PRIX DE DUNKERQUE

París. El pequeño apartamento de Julien reúne cuatro amistades triatléticas, cuatro compañeros de la familia del Saint Jean de Monts. Un plato de pasta aderezado con bromas y buen ambiente culminan la noche de viernes en la capital francesa.

Un año atrás todo era nuevo, aterrizábamos en Dunkerque expectantes por ver y aprender. Expectación donde ahora reina confianza, besos y más besos al encontrarnos con el manager y el staff técnico. Repetimos los franceses Julien Leroy y Nico Alliot, el húngaro Alfred Torok y yo. Nuevas caras son Pimenov y Tutukin, representando al país de moda en en triatlón, Rusia. Para ayudarles el equipo trae un traductor que nos acompaña todo el fin de semana.

Dos horas en furgoneta con una parada para "manger" nos devuelven a Dunkerque. Mismo hotel, mismas caras de cracks por sus pasillos. Todo nos transporta a un año atrás en esta animosa ciudad, o bueno, no todo. Un sol radiante sustituye al frío y la lluvia de nuestro pasado debút.


Descansamos en habitación individual, montamos una DIADORA con ganas de guerra y ordenamos el nuevo material. Como doce meses atrás, una bolsa de viaje llena de ropa y material nos recuerda que aquí nos podemos sentir importantes. Todos equipados salimos a reconocer los circuítos y desentumecer las piernas. Es el momento de departir amistosamente con los conocidos, entre ellos la grupeta de españoles: Mola, Fidalgo, Dani y Godoy.


El día de la prueba la alarma me despierta puntual a las 9:00. Un breve pensamiento es suficiente para apagarla y abortar el planeado trote en ayunas. Una hora más tarde no se puede remolonear, briefing del equipo donde recibimos las últimas instrucciones. Las típicas bromas!advertencias que el año pasado había tenido que oír se trasladan ahora a los rusos. "¿Os gusta luchar? Porque en esa primera boya a 150m va a haber mucha mucha lucha".  

Poco después podríamos comprobar que esas bromas eran muy ciertas. Golpes, hundimientos y agobios recuerdan que nos aproximamos a esa primera boya. Apretamos los puños y ultilizamos nuestras energías en avanzar y no ser tragados por la marabunta. En cuanto giramos se hace de día, se abre el horizonte y podemos sentirnos libres nadando en el canal. Sin saberlo voy bien posicionado, me empiezo a concentrar para la primera transición. ¿Cómo van mis compañeros? Alcanzaremos el objetivo de estar entre los 11 mejores equipos?

3 comentarios:

Carnevali dijo...

Asi que dejando el resto para una segunda parte... recuerdo a alguien que hacía algo parecido para guardar lectores.
No uses técnicas de fidelización Antón, a ti no te hace falta.

Un beso piratónn!!!

Anónimo dijo...

Joder que recordos, cando falas de Francia veñenme moitas cousas á cabeza. E falando de triatlón venme á cabeza o triatlópn de Rennes, que incluso como competicion rexional da bretaña, parecía aquelo a copa do mundo !! Que che vou a contar. Outro mundo...

Xa vin os resultados en triatlón channel, agora como dixo andrés, sigo agardando a crónica da carreira :D E unha pregunta, en que idioma vos comunicades?

David

Antón Ruanova dijo...

Andrés: yo aprendo de los buenos. Lástima que no escribas mucho para seguir aprendiendo.

David: gran país, como viven o deporte é unha pasada. Pois a verdade é que entre nós falamos en inglés, pero cos xefes do equipo chapurreamos un malísimo francés. Querendo sempre é fácil entenderse, pero non me viñan mal unhas clases tuas para que aprendera francés. jeje

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