COPA DE EUROPA DE VARNA
Tras un largo viaje paseamos por la piscina de ambiente chill out del Hotel. La noche invita a la relajación y recorriendo los 200m que la separan del Hotel, tocamos la fina arena de la playa, divisamos por primera vez el Mar Negro.
Domingo. Día de la carrera. Somos bruscamente despertados por una espectacular tormenta. 5´00 am. Entre truenos, relámpagos y mucha lluvia volvemos a conciliar el sueño esperanzados en que mañana todo será igual, y 30 y tantos grados nos reciban al despertar.
9´00, suena el despertador y nos ponemos en pié. Parece que la tormenta se ha calmado pero la lluvia no arrecia, casi hace frío, toca cambiar el chip.
11´00, queda una hora para la salida. Estamos en boxes cuando nos dicen que se retrasa la carrera una hora. Deja de llover y el Sol se quiere hacer hueco entre unas nubes que no nos visitaran en todo el fin de semana.
12´00, se retrasa otra hora la salida. Bienvenidos a Bulgaria, donde 5 minutos se pueden convertir en una hora. Los triatletas mostramos esa sonrisa entre incrédula y resentida. Toca redesayunar.
14´30, ahora si estamos en carrera. Salida rápida y podemos pasar en 2ª posición la primera boya. Los 26º del Mar Negro hacen delicioso poder nadar. Confiado intentamos marcar el ritmo, buscamos provocar un corte entre boya y boya, pero mis buenas sensaciones se van esfumando. Veo como poco a poco vamos perdiendo posiciones dentro del grupo y por momentos nos cuesta aguantar el ritmo. Llegamos al final 10 nadadores juntos. Concentrados, toca transición de 350m con varias escaleras matadoras.
14´52, casi 22 minutos de larga natación y más larga transición. Estamos en la bici. Primer grupo de 10 hombres con escasa colaboración. Nos atrapan los 8 del posterior grupo. Circuito plano, adornado únicamente en la lucha que se produce al paso por la rápida y sinuosa zona de transición.
15´52, una hora de tranquila bici y ya estamos corriendo. Salgo en mitad del grupo. El Sol vuelve a brillar como nos había acostumbrado y hay gente que ya lo sufre. Nosotros nos revitalizamos con esos rayos y caminamos hacia delante. 8º, 7º, 6º, 5º, pasan los km y seguimos hacia delante. Última vuelta y estamos 4º, por poco tiempo, remontando más nos sobrepasa el húngaro Fecskovics. Cuatro cambios de ritmo pero seguimos pegados como una lapa. A 400m no aguanto más y sin mirar atrás entrego mis últimas fuerzas. Me voy hacia delante y pensando en el 5º casi llego al 3º. Mi mejor puesto internacional, 4º. Está claro que el nivel era reducido pero me siento satisfecho y contento. Y cansado.
20´00, de vuelta en el Hotel, fiesta-cena de fin de competición. Recogerse y agradecer el gran fin de semana que nos ha brindado Bulgaria. Recogerse y disfrutar.
"El amor es el olvido del yo" Henry-Frédéric Amiel
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