CAMPEONATO DE ESPAÑA UNIVERSITARIO DE TRIATLON

CAMPEONATO DE ESPAÑA UNIVERSITARIO DE TRIATLON

CAMPEONATO DE ESPAÑA UNIVERSITARIO DE TRIATLON

-"Disculpa, ¿tienes hora?"-
-"Son menos diez"-
Vale, me he quedado sin calentamiento en el agua. Tratando de no ser borde, meto prisa al enfermero que me está curando. Debía de estar ya en cámara de llamadas. Un inoportuno cristal incrustado en mi talón cuando me dirigía a la salida, le pone emoción al inicio de la prueba.

Llego justo a tiempo de coger mi posición en la playa. Cojeo, algo, pero solo hasta que el pitido de salida me anestesia. La playa es muy plana. Corremos y corremos sobre el agua antes de poder nadar. Despistado. No soy capaz de situarme en una posición cómoda. Hay tanta lucha que casi no me entero de que llegamos a la primera boya. Me agarran del pié, me intentan abrir el neopreno por el cuello... Dejo a un lado mis habituales buenos modos. Paso por encima de todo el que puedo y respondo a los agarrones nadando con el puño cerrado. La pelea me dispara el pulso, pero me hago hueco y camino hacia delante.

Ahora sí nado en una cómoda situación. La última boya, que enfilo por dentro, me deja nadando en tercera posición. Empiezo a repasar mentalmente una transición que estamos a punto de realizar. Largo pasillo que nos conduce a boxes. Me safo de mi NINETEEN al tiempo que me abrocho casco y dorsal. Salto sobre mi MASSI mirando hacia delante. Con unas pocas pedaladas ya estoy abriendo la prueba. El circuito absolutamente plano no dejará muchas opciones para batallerar. Así que pruebo en el inicio buscando el despiste antes de que se llegue a formar un pelotón. Pedaleo con fuerza, sintiéndome veloz. No soy el único, el viento de culo nos regala ese punto de cadencia que anima a apretar. Enseguida me engulle un grupo, ya numeroso. Cuento a unos 18 triatletas.

Atento. El ritmo es siempre cómodo, lo cual anima a que hayas continuos intentos de escapada. Mis EDCO bufan contra el viento a toda velocidad. Tras cada intento, el grupo se frena. En ningún momento me pongo nervioso. De hecho, tras observar la tónica de los diferentes ataques, me relajo a mitad de grupo. Aprovecho la estela de la gente para abortar esas escapadas gastando las mínimas fuerzas. Emilio Aguayo sí consigue su premio. Ante la parsimonia de la gente, abre unos metros que irá aumentando km a km.

El triatlon se reducirá a los 5 kms finales. El comodísimo ritmo sobre las dos ruedas será nada más que un calentamiento para dilucidar al mejor corredor del día. Segunda transición. Entro en buena posición aprovechando la última curva. Intento correr tan rápido que me paso mis zapatillas. Vuelvo atrás. Ahora sí cambio atuendo ciclista por atlético. He perdido unos diez metros con la cabeza. No son muchos... ¡pero lo que cuesta recuperarlos! Voy absolutamente por encima de mi ritmo. Desbocado. 500m para entrar al tren que está siempre tirado por Óscar Vicente. Intento ahora respirar. Pero no soy capaz de recuperar ni un solo segundo. Uxío y Ricardo pierden contacto justo delante de mi. Otro apretón para volver a conectar.

Cuando llevamos casi dos km, de agonía, solo quedamos cinco hombres en cabeza. Bueno, ya solo quedan tres. Óscar, Rodrigo y Vicente nos dejan a Brais y a mi en tierra de nadie. Calor. Piernas castigadas durante toda la semana. El caso es que creo que vamos rápido, pero menos que ellos. Me concentro en seguir. Brais y yo nos turnamos. Pueden desfallecer. Y al menos será un gran entrenamiento de calidad para seguir progresando.

Óscar, incontestable, se hace con el título de Campeón de España Universitario. Vicente consigue reponerse y relega al mexicano Rodrigo a la tercera plaza. Brais y yo entramos, como si fuese uno de tantos entrenamientos que juntos realizamos en la Alameda compostelana, a la vez en meta. Ricardo Hdez (6º), Uxío (7º), Fidalgo (8º), Stojanovic (9º), Candel (10º) y Pablo Dapena (11º) cierran un disputado top11. Tras el engaño al que fuimos sometidos, sin valorar si fue culpable el CSD o la FETRI, comunicándonos tan solo dos días antes de la prueba que no se nos llevaría al Mundial Universitario, la prueba se vivió sin la tensión que conllevaría un premio que nos animó a venir hasta Valencia. La crisis puede ser excusa para dejar a un deporte sin representación en un Mundial, a pesar de que otros deportes si tengan dicho premio, pero a mi modo de ver lo que me duele es que nos tomen el pelo y solo nos comuniquen dicha decisión a dos días del campeonato. La rabia está canalizada hacia energía positiva, y eso no impidió que disfrutásemos de un fin de semana cargado de buen ambiente.

1 comentarios:

Carnevali dijo...

Muy guerrero amigo!! Uno de los universitarios con más nivel que recuerdo impulsado por una de las generaciones de jóvenes más competitivas de Europa.

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