El earthing o grounding es conectar con la Tierra a través de nuestros pies. La traducción literal sería conexión a toma de tierra.
Lo conseguimos simplemente al caminar descalzos sobre superficies conductoras como hierba, tierra o arena.
Durante millones de años caminamos descalzos, y nuestro cuerpo permanecía siempre en contacto con la tierra.
Hoy, sin embargo, usamos siempre calzado, caminamos sobre asfalto y vivimos en edificios altos. Literalmente, nos hemos desconectado de la tierra.
Los procesos eléctricos y magnéticos forman parte de nuestra biología. El correcto funcionamiento del organismo depende del equilibrio eléctrico que condiciona las reacciones químicas.
Así lo indican diversos estudios científicos, que han demostrado que tocar la tierra con los pies desnudos permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.
Veamos 10 beneficios para triatletas de esta potente (y gratuita) herramienta terapéutica:
1) Reduce la inflamación. La inflamación crónica de bajo grado es una de las causas principales de la epidemia de enfermedades modernas. Los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación, y con ello, el dolor y los daños sobre las células.
2) Mitiga el dolor. Ligada a la reducción de la inflamación, conseguimos modular nuestro sistema inmune (ya no está permanentemente en modo alerta) y entre otras consecuencias reduciremos la intensidad del dolor.
3) Reduce el daño muscular y acelera la recuperación. Algo fundamental en deportistas, tanto después de entrenamientos exigentes como cuando estamos lesionados.
4) Potencia la respuesta inmune. Caminar descalzo modula nuestro sistema inmune permitiéndonos tanto mantener alejados virus y bacterias como reducir el impacto de alergias y enfermedades autoinmunes.
5) Mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV). La conexión a Tierra regula el sistema nervioso autónomo, mejorando la HRV, uno de los marcadores de estrés y recuperación más investigados y usados en los últimos años en el deporte.
6) Mejora el estado de ánimo. El placer de caminar descalzo por la playa, por hierba o por la tierra del campo es algo más que un momento divertido o una anécdota. El organismo se revitaliza, se relaja y la energía fluye en su interior. Los niños lo saben y siempre que pueden (y se les deja) se descalzan.
7) Optimiza el descanso. Caminar descalzo contribuye a que el reloj interno del cuerpo esté armonizado con la noche y el día (ritmos circadianos). Mejora tanto el sueño por la noche reduciendo los niveles de cortisol nocturno como la sensación de vitalidad durante el día.
8) Perfecciona el desempeño en las transiciones. El cambio de disciplina en el triatlón (transición) se realiza descalzo, y en muchas ocasiones sobre superficies rugosas. Caminar descalzo nos prepara para evitar heridas o molestias y poder correr más rápido en las transiciones.
9) Favorece el rendimiento en la carrera a pie. Caminar descalzo activa y estimula músculos habitualmente atrofiados o anulados al estar siempre calzados. Conseguimos mejorar el gesto de correr y fortalecer músculos y huesos de pie y tobillo.
10) Proporciona energía. Los estudios de Karol y Pawel Sokal muestran que reduce la concentración de glucosa en sangre y orina, estabiliza los niveles de hierro, regula la homeostasis del calcio-fósforo y favorece la obtención de energía.
Reducción inflamación y mejora respuesta inmune (estudio)
Reduce el dolor (estudio)
Mejora estado de ánimo (estudio)
Mejora el sueño (estudio)
Regula la presión arterial (estudio)
Mejora la variabilidad de la frecuencia cardiaca (estudio)
Facilita la recuperación y reduce el daño muscular (estudio)
0 comentarios:
Publicar un comentario